Al hablar de la experiencia humana de la finitud y de la necesidad de una ordenación hacia la infinitud absoluta, entendida como el lugar donde la naturaleza y la identidad del hombre pueden ser verdaderamente restauradas, es decir, al hablar de la comprensión del lugar del alma humana en la jerarquía del mundo, reconociendo su naturaleza dinámica y la necesidad de una ordenación hacia Dios, pretendemos presentar aquí la cosmología agustiniana. Además de tratar el problema del reconocimiento de la debilidad y dependencia humanas, del vaciamiento de sí mismo a través de un movimiento de ruptura y alejamiento de la búsqueda de la felicidad y de la incapacidad de superar los límites de la propia finitud, presentamos la psicología agustiniana. Ambas apuntan, por así decirlo, a una filosofía moral. En este temario, el tema de la quietud espiritual, horizonte de la trayectoria humana, explora, al mismo tiempo, la Filosofía Racional, la Filosofía Lógica y la Filosofía Física, según la clásica tripartición estoica, que fue utilizada por diversas escuelas y doctrinas en la Antigüedad, subordinando diversas áreas del saber al tema de la interioridad, elaborando una filosofía moral específica para comprenderla.